LAS TRES GRANDES FAMILIAS DE PINTURAS

Pinturas minerales

Todos sus componentes son minerales. Pueden ser al silicato o a la cal. Las llamadas pinturas de dispersión al silicato contienen una pequeña proporción de derivados del petróleo. Como ligante y disolvente, las pinturas al silicato usan silicato potásico, una sustancia de una naturaleza muy particular también conocida como vidrio líquido.

Sólo se pueden aplicar sobre soportes minerales (tiza, piedra, hormigón...) que no estén pintados con una pintura sintética o natural, a pesar de que últimamente se han hecho algunas variantes que sí lo permiten. Pintar no es tan sencillo como con el resto de pinturas. Son muy adecuadas para exteriores y para habitaciones húmedas, gracias a su alta transpirabilidad: mantienen la porosidad de la pared, de forma que la humedad se evapora fácilmente.

Pinturas naturales

Se suelen denominar así las pinturas que están hechas sobre todo con ingredientes de origen vegetal (resinas, aceites, ceras...), animal (como la caseína) y mineral.

Muchas llevan aceite de cáscara de naranja y huelen bien. Se pueden aplicar sobre cualquier superficie de interior (no aguantan bien la intemperie).

Pinturas sintéticas

La mayor parte de sus componentes son derivados del petróleo y también contienen sustancias minerales. También las podemos identificar por las palabras acrílica, plástica o al agua; de hecho los fabricantes suelen usar la palabra sintética sólo en pinturas en base a disolventes orgánicos, especialmente esmaltes y barnices. Son sintéticas la gran mayoría de pinturas que encontramos en el mercado.

En paredes exteriores, si previamente había varias capas de pintura sintética, se tienen que decapar con agua caliente a presión o con disolventes tóxicos (ver más adelante).