Los ecosistemas litorales y marinos son muy sensibles a las alteraciones a las que sometemos la costa mediterránea. En los últimos 40 años, el fenómeno del turismo de masas, basado en sol y playa, ha incrementado la presión antrópica sobre un espacio comprimido, llegando al límite o superando su capacidad de carga. La capacidad de carga es el nivel de población que el medio ambiente puede soportar sin que éste sufra un impacto negativo. Si uno observa la costa mediterránea desde el mar, observará que más de la mitad de la costa (25.000 km de 47.000 km totales) están modificados por el hombre, con sus consecuencias sobre los ecosistemas costeros y marinos, como se ha comentado en el párrafo anterior. Además, el problema no sólo radica en la ocupación de la franja costera, sino que los habitantes o visitantes de la costa desarrollan una serie de actividades que afectan directa o indirectamente al mar. Las actividades náuticas son una de las opciones recreativas que está en más crecimiento, debido al hecho que la misma industria náutica tiene mucho interés en que éstas se popularicen. No todo el mundo se puede permitir el lujo de adquirir una embarcación, ya sea por el precio de la compra y el mantenimiento, como por la dificultad de encontrar una plaza de amarre. Así es que se han creado nuevas variantes, como el chárter o el alquiler de embarcaciones, además de promocionar actividades como el submarinismo, snorkeling, pesca subacuática, esquí náutico, etc. Los impactos sobre el medio pueden ser causados directamente por la actividad, como por ejemplo la pesca submarina, perjudicando a especies protegidas, o indirectamente, a causa de la masificación, como puede ser una zona con demasiada afluencia de submarinistas. En el caso concreto del uso de las embarcaciones náuticas recreativas, los impactos generados sobre el entorno pueden ser múltiples. A continuación, en un listado, se describen algunos ejemplos: 1. Artificialización de la costa y ocupación del suelo: como consecuencia de la necesidad de plazas de amarre, se han creado puertos deportivos que han alterado gravemente la costa. No sólo a los ecosistemas existentes anteriormente, y que se han visto alterados, sino también por las afectaciones a la dinámica litoral. Debido a este efecto, la sedimentación en las playas se ha visto alterada, aportando más sedimentos en unos sitios y llevándoselos de otros. 2. Masificación en fechas concretas: muchos de los usuarios de la náutica sólo utilizan sus embarcaciones algunos fines de semana y en los meses de julio y agosto. Esos días de masificación, la costa se ve poblada por centenares de embarcaciones que salen a navegar.
3. Fondeos en lugares inadecuados: los usuarios de embarcaciones que salen a navegar, suelen buscar lugares idílicos para fondear: playas, calas, etc. El problema es que anclan sin tener en cuenta el tipo de fondo, pudiendo así destruir las praderías de Posidonia oceanica, alterar fondos rocosos con gran biodiversidad, etc.
4. Vertido de residuos domésticos: la poca sensibilización de algunos usuarios de la náutica puede generar problemas de vertido de residuos derivados de las actividades a bordo. El vertido de plásticos, latas, papel de aluminio es un grave problema que debe ser solucionado con prioridad.
5. Residuos procedentes de operaciones de reparación y mantenimiento: los mismos usuarios y los trabajadores de empresas de servicios náuticos, reparación y mantenimiento, generan residuos especiales (aceite, filtros sucios, envases contaminados, etc.) que en ocasiones, de forma accidental o intencionada, pueden terminar en el mar, causando serios daños.
6. Antifouling: los cascos de las embarcaciones, con el fin de evitar la incrustación de organismos que lo dañarían e impedirían una correcta navegación, son pintados con pinturas antifouling. Éstas están constituidas por una base biocida, de metales pesados (actualmente el más frecuente es el cobre), que se van disolviendo en el agua poco a poco, para incorporarse a los organismos marinos o precipitándose en el fondo.
7. Comportamientos incívicos: siempre existen usuarios que ignoran los principios básicos de comportamiento y sensibilidad ambiental y actúan de forma irresponsable, vaciando tanques de aguas sucias cerca de la costa, bombeando las aguas sucias de sentina, etc.
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