En las tareas de mantenimiento y reparación de embarcaciones se maneja combustible, realizando pruebas de motor o simplemente haciendo trasvases (carga y descarga) del combustible para facilitar los procesos que los operarios deban realizar.

La gasolina es la mezcla de hidrocarburos derivada del petróleo que se utiliza como combustible en los motores de combustión interna, como lo son los de las embarcaciones recreativas. Se obtiene mediante la nafta de destilación directa, la fracción líquida más ligera del petróleo, exceptuando los gases.

El combustible utilizado debe ser el adecuado para cada motor y debe restar libre, en la medida de lo posible, de compuestos que pueden ser dañinos para el medio ambiente. Ejemplos de estos compuestos son el azufre, causante de la lluvia ácida, o el plomo, neurotóxico y bioacumulable en los organismos vivos.

En el caso de producirse un vertido al mar, el combustible flota en la superficie del agua, debido a su menor densidad relativa y se transporta según el viento y la marea. En el medio marino los combustibles padecen distintos procesos que alteran su composición química y su estructura física. Las fracciones más volátiles suelen liberarse hacia la atmósfera, otras fracciones son oxidadas por los rayos solares. Las partes menos volátiles emulsionan y forman una masa viscosa que se dispersa por la superficie marina, pudiendo llegar a afectar a las zonas costeras. Además, la fina película que se crea en la superficie del agua aísla el medio de la atmósfera, impidiendo el intercambio de gases y pudiendo generar situaciones de anoxia. Una última fracción puede depositarse en el fondo marino, alterando los organismos que viven en los sedimentos.

Las afectaciones en los organismos pueden ser variadas. Sobre la mayoría de los organismos, los efectos generados por el contacto con el combustible son más rápidos y acentuados que en los seres humanos, ya que sus pieles y paredes celulares son más delgadas y las sustancias tóxicas penetran más fácilmente en sus organismos. Los organismos sésiles (mejillones, algas, etc.), pueden desaparecer en caso de ser recubiertos, con estas sustancias como por el hecho que mayoritariamente son filtradores. Otros organismos, como los peces, se alimentan de plancton, que es filtrador, y pueden sufrir intoxicaciones. Como último ejemplo, si las plumas de las aves marinas se impregnan con fracciones viscosas del combustible vertido, se impide su función de aislante térmico, pudiendo morir de frío y otras pueden morir por ingerir parte del hidrocarburo intentando limpiarse.

2. Resumen de la problemática

- Durante los procesos de carga y descarga de combustible a las embarcaciones en un taller náutico, en caso de no tomarse las medidas necesarias, este puede verterse accidentalmente. Si el suelo no está pavimentado, el combustible puede filtrarse y contaminar las primeras capas del subsuelo e incluso llegar a afectar los acuíferos de la zona. En caso de verterse al alcantarillado, puede afectar gravemente al funcionamiento de la estación depuradora.

- En caso que la tarea se realice en una zona portuaria o en un campo de boyas, malas prácticas pueden producir el vertido directo o indirecto (si se vierte primero en cubierta) de combustible al mar.

- En el mar puede causar daños a la flora y la fauna marina, afectando las actividades pesqueras y turísticas.

- En caso que compuestos provenientes del combustible se introduzcan en la cadena alimentaria, puede llegar a afectar a las personas, mediante la ingestión de peces afectados y otros organismos.

3. Buenas prácticas

- No verter combustible al mar.

- Evitar, siempre que sea posible, trabajar directamente sobre el medio marino durante la manipulación de aceites e hidrocarburos, para evitar posibles accidentes.

- En caso de ser imposible el traslado de la embarcación al taller, usar los sistemas necesarios para evitar fugas: cubetas, contenedores, bombas de mano, etc.

- Instalar una válvula de retención de carburante en la presa de cubierta.

- Tener conocimiento de la cantidad que se puede cargar en los depósitos.

- Tapar los sumideros de cubierta de la embarcación mientras se carga el combustible.

- Cargar el combustible lentamente para evitar el burbujeo.

- Disponer de material de actuación en caso de accidente: barreras flotantes, material absorbente, etc.

- No utilizar agua para limpiar los vertidos.

- No verter aguas residuales contaminadas con combustibles al alcantarillado, a menos que se disponga de un sistema de tratamiento adecuado. En caso contrario, tratar las aguas como un residuo especial.

- Los residuos generados en estas tareas deben gestionarse correctamente y depositarse en los contenedores adecuados: