En un taller náutico se realizan tareas de mantenimiento y reparación de motores que pueden generar un impacto relevante sobre el entorno si no se ejecutan de forma correcta, ya que se manipulan productos con componentes tóxicos y se generan residuos peligrosos, que deben ser gestionados correctamente.

Operaciones como el mantenimiento y/o hibernación de motores, reparación, cambios de filtros, son de práctica habitual y requieren de la elaboración de un procedimiento de actuación que asegure la minimización de riesgo de impacto ambiental.

2. Resumen de la problemática

- Para desalar el motor, se utiliza agua dulce, mediante el uso de un tanque de pruebas o unas orejeras, que puede verse contaminada en caso de mal funcionamiento del mismo.

- Para el engrase del motor se utilizan aerosoles, que pulverizan unos segundos con el motor en marcha, hasta que empieza a echar humo blanco. Se producen emisiones de gases que, en instalaciones cerradas, deben captarse, tratarse (si se da el caso), y extraerse de forma correcta y segura.

- Se limpian o se cambian filtros de aceite y de combustible, generando residuos y con el posible riesgo de vertido de aceite o hidrocarburos, al suelo o al mar, con las consiguientes consecuencias para el medio.

- Se desmonta el carburador para limpiarlo, se cambia el aceite de cola-hélice, etc. Estas tareas generan residuos peligrosos y que comportan un riesgo de vertido.

- Muchos depósitos de combustible de motor fueraborda deben guardarse llenos durante el período de hibernación, para evitar su oxidación interior. Este combustible no puede ser utilizado posteriormente y, por lo tanto, es un residuo peligroso a gestionar.

3. Buenas prácticas

- Para todas las actuaciones que pueden suponer un vertido de sustancias peligrosas, como aceites, carburantes o agentes engrasantes, deben utilizarse cubetas de retención para contener los posibles derrames. Estas tareas son, entre otras, cambios de filtros, cambios de aceites, desmontaje del carburador, etc.

- Las tareas en las que se utilice agua dulce requieren de unas instalaciones que permitan la recogida de las aguas.

- Cuando se utiliza el tanque de pruebas de motor, éste debe disponer de una salida al decantador y separador de hidrocarburos.

- En caso de utilizarse el tanque de pruebas de motor móvil o las orejeras para la refrigeración, estas tareas deben realizarse en una zona habilitada para la recogida de las aguas residuales.

- Todas las zonas de trabajo deben estar habilitadas para la recogida de aguas residuales que, previo paso por un decantador y un separador de hidrocarburos, con el fin de eliminar las partículas en suspensión y los aceites y restos de combustibles, se dirigirán al alcantarillado para ser tratadas en depuradora.

- No verter al medio ambiente aguas procedentes de los tanques de prueba o usadas en la refrigeración de las pruebas de motor.

- Los combustibles almacenados en los depósitos durante el período de hibernación deben gestionarse como residuos peligrosos para su posterior valoración, ya que no se pueden usar.

- Los residuos generados en estas tareas deben gestionarse correctamente y depositarse en los contenedores adecuados: