En el interior del casco, en la parte baja, se suelen acumular residuos líquidos procedentes del agua de mar, aguas de limpieza, aceite y combustible, generados en distintas operaciones realizadas en la navegación, reparación o mantenimiento. Esta mezcla de efluentes se suele denominar como líquidos de sentina, un residuo peligroso según el CER.

Es evidente, por lo tanto, que estos líquidos de sentina son perjudiciales para el medio ambiente marino, ya que contienen las sustancias descritas en los puntos anteriores y otras, como por ejemplo detergentes.

Tradicionalmente los talleres de reparación náutica vertían los líquidos de sentina extraídos de las embarcaciones durante las reparaciones u operaciones de mantenimiento al alcantarillado sin ningún tipo de tratamiento previo. Actualmente la legislación prohíbe verter estas aguas residuales si superan el máximo permitido (ver Decret 130/2003, de 13 de mayo, por el cual se aprueba el Reglamento de los servicios públicos de saneamiento). Por lo tanto, antes de verterlo al alcantarillado, estos líquidos deben ser tratados por un decantador, primero, y por un separador de hidrocarburos, después.

Otro problema grave derivado del vaciado de las sentinas es que muchos usuarios lo realizan durante su navegación, hecho que es realmente grave si se realiza cerca de la costa o en zonas sensibles, ya que el impacto ambiental y visual pueden ser elevados, afectando no sólo al ecosistema sino también a las actividades relacionadas con el turismo, la pesca o acuicultura que se desarrollen en la zona.

Para solucionar este problema, la mayoría de puertos han instalado plantas de captación y tratamiento de líquidos de sentina, que los absorben directamente de las sentinas y separan los aceites e hidrocarburos y abocan el agua descontaminada al mar. Para que sea realmente útil, los usuarios de las embarcaciones de recreo deben sensibilizarse y comprender la importancia de hacer una buena gestión.

Del tratamiento de las aguas de sentina se generan lodos que deben ser tratados como residuo peligroso/especial.

Otro problema radica en la limpieza de la sentina, una vez absorbidos los líquidos, ya que se utilizan productos de limpieza que absorben el aceite y en ocasiones se vierten al mar.

2. Resumen de la problemática

- El vertido al mar de los líquidos de sentinas de las embarcaciones es una de las principales entradas de hidrocarburos a las aguas marinas.

- Los efectos del vertido de líquidos de sentina repercuten en la flora y fauna marina y en las actividades humanas relacionadas con el turismo, la pesca y la acuicultura.

- En caso de vertido accidental al suelo, realizar las mismas acciones de limpieza descritas en los puntos anteriores.

- En muchos talleres de reparación náutica no disponen del equipamiento necesario para tratar los líquidos de sentina y los vierten directamente al alcantarillado.

- No todos los puertos deportivos disponen de máquina succionadora de líquidos de sentina ni del equipo de tratamiento adecuado.

- Una vez vaciadas las sentinas, éstas suelen ser limpiadas y enjuagadas. Las aguas residuales restantes, formadas por el producto limpiador y los restos de suciedad de la sentina, tienen una carga residual importante y vertidas en el mar u otro medio o al alcantarillado pueden generar distintos tipos de impacto.

3. Buenas prácticas

- No verter líquidos de sentina al mar.

- No verter los líquidos de sentina al alcantarillado sin tratamiento previo.

- Evitar, siempre que sea posible, trabajar directamente sobre el medio marino durante la manipulación de aceites, para evitar posibles accidentes.

- En caso de ser imposible el traslado de la embarcación al taller, usar los sistemas necesarios para evitar fugas: cubetas, contenedores, bombas de mano, etc.

- Utilizar los equipos de absorción de los puertos deportivos.

- Utilizar los equipos de tratamiento y separación de hidrocarburos que deben estar instalados en los talleres náuticos.

- En caso que el taller aún no disponga de él, tratar las aguas como un residuo especial.

- Hacer el trasvase sin precipitarse para ir más deprisa.

- Disponer de material de actuación en caso de accidente: barreras flotantes, material absorbente, etc.

- No utilizar agua para limpiar los vertidos. En caso de utilizar arena u otro material absorbente, gestionar como residuo especial.

- Revisar periódicamente el estado de las sentinas y verificar la ausencia de líquidos, aceites o hidrocarburos.

- Utilizar productos biodegradables para la limpieza de las sentinas.

- Las aguas residuales procedentes de la limpieza de sentinas deben ser vertidas al alcantarillado, previo paso por el separador de hidrocarburos y el decantador, y nunca se pueden verter al mar.

- Los residuos generados en estas tareas deben gestionarse correctamente y depositarse en los contenedores adecuados: