En cualquier superficie introducida en el agua durante cierto período de tiempo, se da un proceso denominado fouling, la incrustación de organismos. En los cascos de las embarcaciones, organismos como algas y moluscos se adhieren, reduciendo la velocidad de la embarcación y aumentando el consumo de combustible, comportando un incremento de la emisión de gases procedentes de la combustión.

Este problema se resolvió inicialmente pintando el casco con pinturas de compuestos de arsénico o mercurio, que posteriormente se prohibieron por su peligrosidad. Fueron sustituidas por pinturas basadas en el tributilestaño (TBT), compuesto organoestánnico menos peligroso que los anteriores. Es un biocida muy eficiente, usado desde principios de los 70, del cual se ha comprobado que la contaminación generada era causa directa de daño en el medio marino. Es un compuesto muy tóxico, incluso en bajas concentraciones, para un gran número de especies biológicas, incluyendo aquéllas a las que no va destinado.

El Reglamento (CE) nº 782/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de abril de 2003, relativo a la prohibición de los compuestos organoestánnicos en los buques, prohíbe su aplicación como biocidas antiincrustantes en buques con pabellón de un Estado miembro desde 1 de julio de 2003 e impide la entrada en los puertos de los Estados miembros a buques que contengan compuestos organoestánnicos a partir de 1 de enero de 2008.

Actualmente se están estudiando métodos naturales para evitar el proceso del fouling, partiendo de las propiedades de organismos marinos. Muchas especies de algas y animales invertebrados mantienen su superficie libre de otros organismos, ya que disponen de mecanismos y sustancias antifouling. Este hecho se demuestra cuando, al morir, estos organismos aumentan su tasa de recubrimiento. Algunos ejemplos son: producción de mucus en esponjas y gorgóneas, superficies ácidas en ascidios, descamación del tejido epitelial en algas y esponjas, etc. El objetivo de estas investigaciones es localizar cómo se producen, se activan o se almacenan estas sustancias, para poder cultivarlas en laboratorios y poderlas usar posteriormente.

Actualmente la mayoría de las pinturas antifouling usadas actualmente, tienen como principio activo básico el cobre. En mamíferos, el cobre es un elemento traza esencial, pero en altas concentraciones, asimiladas en los organismos vía inhalación de polvo y humos, produce intoxicaciones afectando las mucosas y el hígado, principalmente.

En plantas, una exposición a altas concentraciones de cobre, inhibe el crecimiento radicular y promueve la formación de pequeñas raíces secundarias cortas y poco funcionales. Además, favorece la clorosis (amarilleo de las partes verdes de una planta debido a la falta de actividad de sus cloroplastos), ya que el cobre desplaza el hierro de los centros metabólicos. Las plantas acuáticas asimilan tres veces más cobre que las plantas terrestres.

En el medio marino, para peces, crustáceos, moluscos, insectos y plancton, el cobre es un tóxico muy poderoso. Combinándose con cadmio, zinc o mercurio se potencia su efecto tóxico. En agua salada, el cobre precipita, acumulándose en los sedimentos, viéndose afectados los seres vivos presentes. En agua dulce, la concentración de cobre es más elevada, modificando el color y produciendo unos precipitados verdosos.

2. Resumen de la problemática

- La eficiencia de una pintura antifouling hoy en día depende de sus características biocidas, con lo cual es difícil encontrar una solución que no genere un impacto sobre el medio y otros organismos a quiénes no va destinado el producto.

- El uso extendido del TBT durante muchos años causa efectos adversos en organismos en todo el mundo. La contaminación por TBT es más evidente en mares litorales.

- El TBT, incluso en pequeñas concentraciones, es capaz de provocar daños irreparables. Dos gramos de TBT contaminan diez millones de metros cúbicos.

- A pesar de la prohibición del uso de TBT en la UE, muchos cascos de buques en todo el mundo pueden estar pintados con este producto, contaminando el medio marino.

- Los productos antifouling usados actualmente se basan, mayoritariamente, en metales pesados como el cobre como centro activo.

- Muchos metales pesados, como el cobre, son elementos esenciales para nuestro organismo, pero en altas concentraciones son tóxicos.

- Las altas concentraciones de cobre en animales marinos son muy tóxicas y en plantas pueden causar clorosis e inhibir el crecimiento de las raíces.

- En las operaciones de limpieza de casco, salta la pintura antifouling que puede ser vertida al mar, provocando los efectos comentados anteriormente, o al alcantarillado, pudiendo incumplir la normativa que establece los máximos valores permitidos en el vertido de aguas residuales al alcantarillado.

3. Buenas prácticas

- Utilizar pinturas antifouling sin TBT.

- Utilizar pinturas y barnices con bajo contenido de componente orgánico volátil y con bajo contenido de disolvente (se recomienda el uso de pinturas al agua).

- Adquirir, siempre que sea posible y económicamente viable, pinturas antifouling que generen un menor impacto posible sobre el medio ambiente.

- Estar al día en la salida comercial de nuevos productos más eficientes y ecológicos.

- Utilizar la pistola de pintura sólo en caso de disponer del equipamiento necesario y en las condiciones adecuadas (cámara de pintura acondicionada).

- Realizar el control y los cambios de filtro de pintura cumpliendo la normativa y siguiendo las directrices marcadas por el instalador.

- Las operaciones de pulimento deben realizarse en zonas habilitadas para evitar la dispersión de partículas o con pulidores con extractores de polvo incorporados.

- En caso que la empresa disponga de una instalación de arenado (instalación adecuada para arrancar el antifouling viejo a base de disparar arena a presión sobre el casco), la arena con restos de pintura debe tratarse como un residuo especial.

- Realizar la limpieza de casco en zonas del puerto habilitadas para ello, donde las aguas residuales sean recogidas y tratadas.

- En un taller náutico, las aguas residuales deben ser recogidas y verterse al alcantarillado, previo paso por un decantador donde precipiten las partículas de pintura.

- No limpiar cascos de embarcaciones con agua a presión a pocos metros del mar.

- Evitar realizar esta tarea en caso de condiciones meteorológicas adversas.

- Los residuos generados en estas tareas deben gestionarse correctamente y depositarse en los contenedores adecuados: