Las embarcaciones, como otros vehículos con motor de combustión gasolina o diesel, utilizan baterías de arranque para arrancar el motor. Por su función, estas baterías requieren mucha energía durante un breve período de tiempo.

Existen baterías de muchos tipos, pero las que se utilizan de forma mayoritaria son las basadas en plomo-ácido. El plomo sumergido en una solución de ácido sulfúrico genera un voltaje eléctrico recargable que, de todos modos, no lo es de forma indefinida.

En un taller de reparación náutica, la gestión de baterías no sólo se basa en la sustitución de baterías usadas, sino que en las tareas de hibernación se incluye su mantenimiento. Eso implica que el taller las almacena y carga periódicamente para que sigan siendo funcionales.

2. Resumen de la problemática

- La mayoría de las baterías de arranque de motores de embarcaciones de recreo son de plomo-ácido sulfúrico. Ambos son componentes muy tóxicos que introducidos en el medio ambiente pueden causar daños muy graves.

- El plomo es uno de los tóxicos más persistentes en el medio ambiente y es bioacumulable. Esto implica que a medida que avanza en la cadena trófica (puede entrar en ella mediante organismos acuáticos filtradores) la concentración de este tóxico en un organismo superior es mucho más elevada que la concentración en la que se encontraba en el medio ambiente. Es un componente neurotóxico, afecta gravemente los tejidos nerviosos y es especialmente peligroso en niños, adolescentes y mujeres embarazadas.

- El ácido sulfúrico es un compuesto altamente corrosivo, que puede provocar quemaduras en la piel, irritar el sistema respiratorio e incluso la muerte en caso de ingestión. En el medio ambiente el ácido se disuelve con el agua atmosférica, pudiendo provocar lluvia ácida. La incorporación de este compuesto en organismos vivos tiene efectos parecidos a los sufridos por las personas.

- Una mala gestión de las baterías como residuos puede causar daños graves a la salud de las personas y el medio ambiente.

- Durante el mantenimiento de las embarcaciones, la carga y almacenaje de baterías en malas condiciones puede causar vertidos accidentales, accidentes laborales e incluso explosiones e incendios, si se cargan cerca de depósitos de combustibles.

3. Buenas prácticas

- No lanzar nunca baterías al mar, como tampoco dejar estos residuos en lugares inadecuados

- Las baterías usadas deben depositarse en contenedores adecuados para su correcta gestión.

- Las baterías usadas deben entregarse a un gestor autorizado.

- Debe evitarse que los posibles lixiviados procedentes de las baterías se incorporen al medio ambiente o al alcantarillado.

- El almacenaje y carga de baterías durante su mantenimiento debe realizarse en una zona señalizada y adecuada para esta tarea, apartada de la zona de almacenaje de productos inflamables.

- Los residuos generados en estas tareas deben gestionarse correctamente y depositarse en los contenedores adecuados: